El desafío era hacer un edificio de oficinas sustentable que respetara las características de las construcciones tradicionales de Puerto Varas, como el tener una galería techada para el comercio, dar continuidad a la circulación protegida de las veredas, emplear barandas de madera torneadas y aleros, entre otros. Es por ello que se eligió la tejuela de Alerce para revestir las fachadas, pilares y revestimiento de madera en la galería comercial y pórtico de acceso frente a la calle Santa Rosa, así como una cubierta de techo metálica. Funcionalmente, y debido a la fuerte pendiente de la calle por la que se accede al edificio, se decidió hacer la entrada tanto peatonal como a los estacionamientos por la parte más alta del terreno, para luego bajar a los subterráneos por el interior del edificio. Esa solución permitió hacer oficinas con frente a la calle Santa Rosa, sobre la marquesina, dejando los locales comerciales bajo ella. En los pisos superiores se ubican las plantas de oficinas, con vistas en 360º a la ciudad.